Santo Domingo de Guzman

Santo Domingo de Guzman
Fotografia Panorámica del templo de Santo Domingo de Guzmán Oaxaca

jueves, 6 de octubre de 2011

Templo del Carmen Alto


Localización:
El templo y ex convento del Carmen Alto se localiza a 6 cuadras al Norte de la Plaza Central (zócalo) de la ciudad capital, sobre la calle de García Vigil entre Jesús Carranza y Quetzalcóatl

Antecedentes históricos y descripción
El conjunto religioso perteneció a la orden de los Carmelitas Descalzos que se establecieron en Oaxaca en 1696. El antecedente de estas construcciones se remonta a mediados del siglo XVI.
En este tiempo, los primeros pobladores españoles de la ciudad establecieron sitios para el culto cristiano. Uno de ellos fue la ermita de la Santa Veracruz, ubicada en este mismo lugar que fuera un importante centro prehispánico. La ermita sustituyó al gran Teocalli de Huaxyacac, donde la ciudad indígena celebraba, cada mes de julio, la gran Fiesta de los Señores en la que se realizaba el sacrificio de una doncella en honor a Centeótl, Diosa del Maíz y la Agricultura.
La festividad se cristianizó y se transformó en la actual fiesta de la Guelaguetza o Lunes del Cerro, la cual coincide con las fiestas en honor a la Virgen del Carmen.
En 1699, los carmelitas, establecidos entonces en los anexos del templo de la Consolación, recibieron la autorización para instalarse en la ermita de la Santa Veracruz. El Ayuntamiento, por su parte, les donó el terreno colindante para que fundaran el convento y el templo de la congregación.
La ermita fue modificada pero no cambió su advocación que por algún tiempo se conservó.
El templo, cuya construcción finalizó por el año 1751, recibió especial apoyo y enriquecimiento, por parte de la comunidad de origen español, lo cual marcó la diferencia entre el Carmen Alto y el Carmen Bajo, que era de carácter popular.

El convento, hacia 1856, tras la secularización de las propiedades de la iglesia, pasó a pertenecer al Gobierno Federal; por estos tiempos fue ocupado para cárcel y cuartel. En 1889 lo adquirió el obispo Eulogio G. Gillow, quien lo restauró para instalar la residencia episcopal; también fue ocupado para un colegio seminario. En 1910 fue escuela nocturna para obreros y escuela primaria superior.
En 1925 pasó nuevamente a ser propiedad federal. Actualmente, en lo que fue el claustro, están instaladas las oficinas del Registro Civil del estado. En sus demás anexos funcionan centros escolares y oficinas federales.
El templo se distingue, respecto a los demás templos de Oaxaca (excepto de los Siete Príncipes), por su pórtico, cuya función es preparar el ingreso a la nave principal.
El pórtico, elemento característico en los templos carmelitas de México, forma parte integral de la portada de tres cuerpos. Al frente muestra tres arcos de medio punto sobre pilastras tableradas, a las que se adosan columnas toscanas de media muestra. Arriba, en el segundo cuerpo de la portada, el elemento esencial lo conforma un marco con triple moldura que contiene un alto relieve de Nuestra Señora del Carmen; sus brazos están extendidos y su manto, sostenido por ángeles, protege a la comunidad religiosa. A los lados, entre columnas toscanas, sobresalen dos escudos de la orden Carmelita.

El tercer cuerpo lo ocupa la ventana coral rectangular, flanqueada por columnas de capitel corintio.
La portada lateral se ubica en el lado sur, la zona más amplia del atrio. Al centro está la puerta de acceso, bajo un arco de medio punto moldurado apoyado sobre jambas tableradas.
A los lados hay pares de columnas de capitel corintio y fuste decorado con rombos y flores. Sobre un entablamento, que sostienen las columnas, está ubicado un nicho con venera aconchada que contiene la imagen de San José. El nicho está flanqueado por pilastras decoradas con estrellas. El remate es un recuadro cruciforme con una cruz labrada.
El interior tiene planta de cruz latina con capilla lateral. La cubierta combina bóvedas de lunetos y de cañón corrido. El crucero está cubierto con una cúpula gallonada sobre pechinas y tambor octagonal con ventanas.
En el presbiterio está ubicado el altar mayor, sobresale el ciprés de estilo neoclásico que aloja a la Virgen del Carmen.
En los muros de la nave hay tres marcoretablos, y uno más, en el transepto sur, todos de madera labrada con acabados dorados que alojan imágenes y pinturas religiosas. La capilla lateral está dedicada a Santa Teresita, cuya imagen, de madera tallada y policroma, yace en una vitrina colocada en el altar.

Templo del Carmen Bajo

 

Localización
La iglesia del Carmen Bajo se localiza a 3 cuadras al noroeste de la Plaza Central (Zócalo), en la esquina que forman las calles de Porfirio Díaz y Av. Morelos.

Descripción
El templo actual es una reconstrucción de la primer ermita que resultó arrasada por un incendio en 1862. Existía desde 1554, construida de adobe y techo de paja, denominada "Las Lágrimas de San Pedro". Desde sus inicios estuvo destinada a la población nativa oaxaqueña. Cuando el templo fue dedicado a la Virgen del Carmen, empezó a llamarse "El Carmen de Abajo", para diferenciarla del templo del Carmen Alto, que pertenecía a los feligreses de la nobleza colonial de Antequera.

El templo del Carmen Bajo tiene su planta arquitectónica en forma de cruz latina. Complementan el conjunto dos capillas, algunos locales y dos pequeños atrios. La nave está cubierta con bóveda de cañón corrido, a la que se le colocaron tragaluces. En el crucero, un tambor octagonal soporta una cúpula gallonada, de perfil peraltado. El templo conserva retablos del siglo XIX, y algunas pinturas de principios del siglo XX.

El aspecto exterior es interesante por su gran tamaño, no así por sus elementos que son sencillos. Destaca la torre de diseño popular del siglo XIX; tiene base cuadrangular y campanario octagonal de dos niveles.


Templo de San Felipe Neri


Uno de los mas notables monumentos coloniales del siglo XVII, cuya edificación dio principio en 1633, cuando llegaron los fundadores bajo la dirección del presbítero Don Juan de Aragón, quienes organizaron desde Europa la "Pía Unión" o "Concordia" en 1661. Pero quien se distingue por consolidar y robustecer este oratorio, por haber solicitado y obtenido la autorización del papa Clemente XIII, allá en los años de 1728 a 1729, fue el Lic. y presbítero Don Juan Saenz de Leyva Cantabrano y Zorrilla.
Sin embargo la construcción formal comenzó hasta 1733 y terminó el 17 de enero de 1773, fecha en que se consagró a la virgen del Patrocinio y desde luego al fundador de la congregación San Felipe Neri, cuya imagen se admira en el altar mayor, obra de arte de primera magnitud en donde sobresale el más puro estilo de Churriguería Mexicana.
La hermosa fachada realizada en cantera verde es un vestigio del Plateresco del siglo XVI, aunque el estilo de la construcción en general es barroco. En la parte central de esta fachada aparece en bajo relieve y cantera amarilla San Felipe Neri, con bonete y un libro en la mano que ya no se distingue, tal vez por la acción del tiempo o la destrucción del hombre, ya que este edificio, como otros tantos, han servido de baluarte en las guerras civíles. A esto se debe quizá que los nichos de la portada estén vacíos.
Dignos de admiración son los retablos interiores, en donde se hallan pinturas de Juan de Páez y Agustín de Santaella.
La planta es de una nave con cúpula y crucero, es decir , está dispuesto en forma de cruz latina. Las torres se terminaron en 1803, año en que fueron bendecidas y puede decirse, hasta entonces se dio por terminada la construcción de este templo, en cuyo interior existe un panteón con diez sepulcros en donde yacen los cuerpos de los sacerdotes y fundadores de esta Orden.
En este templo contrajo matrimonio Don Benito Juárez García con Doña Margarita Maza el 31 de julio de 1843.

Templo de San Cosme y San Damian

Localización
El templo de San Cosme y San Damián se encuentra a 3 cuadras al noroeste de Plaza Central (Zócalo) de la ciudad, en la esquina que forman las calles de J.P. García con la Av. Independencia.


Descripción
Fue construido en la segunda mitad del siglo XVI, anexo al hospital de San Cosme y San Damián, denominado también Hospital Real.

La idea de su realización surgió ante la necesidad de que enfermos y convalecientes tuvieran un lugar de oración y, al mismo tiempo, pudieran oír misa. Este templo también sufrió efectos de temblores y reparaciones. Poco antes de la puesta en vigor de la ley de Desamortización de Bienes del Clero, el hospital fue clausurado y vendido a particulares hacia 1860. Al encontrarse en ruinas, a fines del siglo XIX, el arzobispo Gillow procuró su restauración total. En 1945, el edificio pasó a ser propiedad del estado, y el templo, que por mucho tiempo estuvo cerrado, volvió a abrirse al culto. Cada 27 de septiembre se celebra el día de San Cosme y San Damián. El templo no posee atrio, y se asemeja al conjunto de casas que lo rodean. Tampoco cuenta con crucero, bóvedas, mucho menos con portada formal o campanarios.

Su planta arquitectónica es de una sola nave, cubierta con una estructura de vigueta y bovedilla.

Templo La merced

Localización:
Se localiza a 6 cuadras al Este de la Plaza Central (zócalo) de la ciudad de Oaxaca, en la esquina que forman las calles de Independencia y Manuel Doblado

Antecedentes históricos y descripción
Este establecimiento surgió a raíz de la necesidad de un punto intermedio en la comunicación, entre México y la zona misional de Guatemala. Fue fundado por la orden de los hermanos de Nuestra Señora de la Redención o de la Merced por Real Cédula del 23 de enero de 1598.
Su construcción, posiblemente se realizó hasta los primeros años del siglo XVII. Se sabe que el primer templo fue derribado a consecuencia de los temblores que sacudieron a la ciudad en esa época.
El actual data de 1646, año en que el convento también se amplió para establecer uno de los primeros colegios de la época misional. A lo largo de su historia el templo fue afectado y reconstruido en varias ocasiones a consecuencia de los movimientos telúricos. Al concluir una de las reconstrucciones, en 1690, se dedicó el 24 de septiembre a la fiesta de la Virgen de la Merced.
Con la nacionalización de los bienes del clero los frailes fueron exclaustrados, pero el templo continuó abierto al público. En 1898, el obispo Gillow lo adquirió e inició su restauración. Fue decretado monumento histórico en diciembre de 1933.
El templo y el convento presentan características de muy diversas épocas. La disposición general del templo es de una sola nave con capillas criptocolaterales. Su cubierta comprende bóvedas vaídas sobre pechinas, bóvedas de lunetos, y cúpula. La gama de detalles arquitectónicos y elementos decorativos hacen de este templo, uno de los más importantes de la ciudad.
La fachada consta de portada y dos torres. De éstas últimas, la del lado derecho ostenta campanario cubierto con cupulín sobre tambor y rematado por jarrone.

Templo de San Agustin

Localización:
Se localiza a una cuadra al Este de la Plaza Central (zócalo) de la ciudad de Oaxaca, en la esquina que forman las calles de Guerrero y Armenta y López y que actualmente alberga a el colegio Casa de Cuna en las instalaciones de lo que fue el convento.

Antecedentes históricos y descripción
La obra, en su conjunto, perteneció a la orden de los agustinos que llegaron a la ciudad de Antequera de Oaxaca en 1576. Esta comunidad religiosa se distinguió en la ciudad por las actividades docentes que iniciaron; abrieron una escuela de humanidades, donde enseñaban desde el abecedario hasta las artes y la teología. Al menos, hasta la llegada de los Jesuitas, abarcaron la enseñanza media y superior cubriendo las cátedras de la recién fundada universidad.
Fray Juan Adriano fundó la misión agustina de Oaxaca; el obispo de Oaxaca, Fray Fernando de Albuquerque donó el predio, donde los religiosos construyeron su convento.
Las primeras obras del templo y convento, no correspondieron al diseño actual. Como en otros casos, estaban construidos con muros de adobe y techumbres de viguería y teja. El templo, de estas características, fue consagrado en 1586, aunque fue terminada por completo en 1596.
El proyecto actual del templo fue elaborado en la última década del siglo XVII. Las obras, que por espacio de treinta años se realizaron, tuvieron como finalidad el replanteamiento formal del templo y la construcción del convento, mismas que fueron costeadas por el generoso filántropo portugués don Manuel Fernández Fiallo, y un benefactor de nombre Lorenzo de Mendoza. La construcción global, fue terminada en 1722, año de su consagración.
En 1862, a raíz del decreto de exclaustración, el Gobierno Federal cedió el convento al Instituto de Ciencias y Artes. En 1893, el Obispo Eulogio Gillow adquirió el convento, y fundó ahí la Casa de Cuna, institución de beneficencia infantil, que hasta la fecha ha perdurado.
El templo de San Agustín posee una de las portadas más vistosas de la ciudad En su interior guarda auténticas joyas que sorprenden por su originalidad y calidad artísticas.
La portada, de estilo barroco, fue realizada por el escultor Tomás de Sigüenza. Está dividida horizontalmente en tres cuerpos, separados entre sí por entablamentos; en forma vertical, consta de tres calles divididas entre ellas por juegos de columnas de diferente orden. En el primer cuerpo destaca el acceso al templo, bajo un arco de medio punto, en cuya clave se encuentra un emblema de los agustinos. A ambos lados, en las entrecalles delimitadas por columnas jónicas, dos nichos albergan las imágenes de San Nicolás Tolentino, a la izquierda, y de San Juan de Sahagún, a la derecha. Abajo de los nichos figuran dos cartelas con inscripciones en latín, alusivas a la reconstrucción del templo en los siglos XVII y XVIII.
En el segundo cuerpo, la calle central contiene un cuadro dedicatorio, cuyo personaje central es San Agustín, obispo de Hipona. San Agustín, barbado y vistiendo el hábito talar de los agustinos, extiende su brazo derecho en actitud pastoral, mientras que con la otra mano sostiene la maqueta de un templo. Arriba del obispo, dos querubines sostienen su casulla bajo la cual quedan protegidos un grupo de frailes en actitud de oración. A los pies del Santo hay tres cabezas de hombres barbados. Las calles laterales tienen columnas corintias; los nichos alojan las esculturas de San Alipio, a la izquierda y, Santo Tomás obispo de Valencia, a la derecha.

El tercer cuerpo se reproduce en mucho al segundo con sus columnas corintias y nichos. El nicho izquierdo alberga la escultura de Santa Clara de Montefalco, y el opuesto, a Santa Rita de Cáscia. La entrecalle central da lugar a un amplio óculo octagonal, que introduce iluminación al interior de la nave, a través de sus cristales de colores. El remate es un frontón abierto donde emerge un marco con el emblema agustino.
La portada lateral norte es más modesta

El portón está bajo un arco de medio punto, enmarcado por pilastras lisas y un entablamento, cuyo friso se decora con rombos. Sobre el entablamento, dos altos pináculos dan marco a un nicho con la imagen de la Virgen de Guadalupe. El nicho está enmarcado con pilastras estriadas de capitel jónico y un entablamento coronado por jarrones, además de otro nicho con la imagen de la Inmaculada.
El interior tiene planta de cruz latina. Al ingresar, por la puerta principal, está el sotocoro, cubierto por una bóveda doble, sobre la que se dispone el coro limitado al frente con una barandilla de hierro forjado. La nave y los transeptos están cubiertos con bóveda de lunetos, el crucero con bóveda vaída.
El retablo mayor, ubicado en el ábside, es el motivo central del interior. Es de estilo barroco salomónico, terminado en madera tallada y revestido en oro laminado. Está compuesto por cinco cuerpos y tres calles, determinados por cornisas y columnas salomónicas, entre las que se disponen pinturas al óleo y nichos con esculturas policromas. La escultura principal es la de San Agustín, localizada al centro del retablo. Arriba y a los lados están las esculturas de San Alipio, Santo Tomás de Villanueva, San Juan de Sahagún y San Fulgencio Obispo, personajes importantes relacionados con la orden del fundador. Abajo de San Agustín, está un óleo representando a la Santísima Trinidad coronando a la Virgen en el cielo; a sus lados están las esculturas de los padres de la Virgen, San Joaquín y Santa Ana. Todas las demás pinturas representan escenas de la vida de San Agustín.
En los transeptos figuran otros dos retablos que, aunque de menor tamaño, son de igual belleza que el mayor. Están compuestos por predela o basamento, dos cuerpos y un remate; éstos divididos por cornisas y columnas salomónicas. El retablo del brazo norte está dedicado especialmente a San Nicolás Tolentino, cuya escultura está ubicada en el nicho central. Bajo este nicho se encuentra la escultura de la Virgen de la Consolación a la que fue gran devoto. Las demás pinturas que contiene representan escenas de la vida de San Nicolás, que conservó la humanidad caritativa hasta su muerte, ocurrida en Tolentino, Italia, en el año 1305. El retablo, del brazo sur, no tiene una temática definida. Sin embargo, la disposición de la decoración puede dividirse en tres categorías: la primera incluye la escultura de Santa Mónica, madre de San Agustín; la pintura de la Virgen de la Asunción y la de la Virgen con el Niño Jesús, y el Ángel Guardián. La segunda categoría incluye la pintura de San Juan Bautista Niño, en compañía de Jesús montado en un cordero, y la pintura que representa al mismo Juan Bautista en el momento de bautizar a Jesús en el río Jordán. La tercera categoría incluye tres pinturas, ubicadas en el remate; representan a tres Santos Congregantes: San Francisco de Asís, San Agustín y San Ignacio de Loyola.
Existen además, en los transeptos, dos pequeñas capillas adosadas; una de ellas dedicada a San Judas Tadeo, y otra a Santa Rita de García. Vale la pena también admirar el púlpito de madera incrustada con su escalera que arranca desde el presbiterio. En una cápsula de vidrio, bajo el púlpito, se encuentra un fragmento de huesos, reliquia de San Agustín, obsequiada al templo por la Curia Romana. Otra cápsula semejante, en el retablo de San Nicolás Tolentino, contiene un fragmento de tela de la vestimenta de San Nicolás, utilizada durante sus oficios divinos

Templo de El Patrocinio

Localizacion
Este templo está ubicado en la calle de Pino Suarez ezquina con Zárate, a 11 cuadras del Zocalo de la Ciudad hacia el norte.

Son pocas las noticias que se tienen del origen de este templo, pero debido a su localización, es probable que su historia esté ligada a la residencia de la Orden de Belén, en el cercano santuario de La Guadalupana.
Muchos documentos sugieren que el edificio original fue re-ubicado.
Hacia mediados del siglo 19 estaba en tan malas condiciones que el obispo Buenaventura Blanco y Elguero decidió reconstruirlo y los trabajos avanzaron rápidamente entre 1854 y 1855.
En el último cuarto del siglo 19, el archidiácono Hipólto Ortiz y Camacho usó su riqueza personal para finalizar el edificio de la forma en que lo conocemos ahora.
Su peculiar frente y ornamentaciones inferiores corresponden exactamente a ese tiempo, cuando la influencia del obispo Gillow estuvo presente en el arreglo de todas las iglesias de la diócesis.

Nuestra Señora de Guadalupe

Localización:
El templo y el ex convento de nuestra señora de Guadalupe se ubica al norte de la ciudad capital, a un costado del paseo Juárez(el llano), en la calle Lic. Verdad, entre las calles de Avenida Juárez y Pino Suárez

Antecedentes históricos y descripción
El origen del templo de Nuestra Señora de Guadalupe, ermita construida en un principio de mampostería, se remonta al año 1644.
Fue ampliada e instituida en templo dedicado a la virgen en 1650, año en que también fue bendecida.
La orden religiosa de los betlemitas fundó en este lugar un centro asistencial donde se impartía educación primaria también.
En 1707 el templo fue terminado y bendecido una vez más, ordenándose la edificación formal del convento.
Un siglo después, 1807, fue construida la capilla de Belem.
El centro asistencial llegó a adquirir la categoría de hospital con el devenir del tiempo, mismo que fue clausurado en 1820.
Terminada la confrontación ocasionada por la aceptación de las leyes de Reforma y triunfante las mismas, el estado se hizo cargo de la administración del centro instalando de 1862 a 1864 el hospital civil.
La apariencia actual del conjunto fue producto de la reconstrucción hecha en 1884 a daños ocasionados por notorio movimiento telúrico.
Posteriormente se hicieron restauraciones por efecto de otros sismos.
El ex convento alojó en sus interiores a un seminario, dotado en ese tiempo con modernos aparatos de física y química.
Cabe destacar dos sucesos de trascendencia en ese tiempo:
Haber contado con el primer aparato de rayos X.
Haberse hecho la primera llamada radiotelegráfica de América Latina.
El seminario funcionó como tal hasta 1916.
El lugar fue también utilizado como un hospital militar, al mismo tiempo por la escuela Los hijos del ejército, y en 1927 la Secretaría de Guerra y Marina la rentó como cuartel.
De 1931 a 1939 procedió el juicio de nacionalización del inmueble.
El templo es de una sola nave sin crucero, con cubierta de cañón corrido y cúpula de tambor octogonal en el presbiterio.
Tiene dos accesos y el más usado es el lateral.
El mismo ábside sirve de respaldo a la capilla de Belem, sin accesos, cubierta por una gran cúpula.
Destacan del resto de la fachada los campanarios con influencia modernista.
La portada lateral, así como la capilla, son menos interesantes que la decoración del interior.
Cabe subrayar que en la capilla destaca su decorado estilo neogótico.
El claustro del ex convento tiene en la clave del arco de acceso las tres coronas de la orden betlemita.
En el exterior existen dos patios porticados con singulares pilastras piramidales.
El claustro mayor actualmente lo ocupa la escuela secundaria federal para trabajadores(por las tardes) y la escuela secundaria federal Moisés Sáenz Garza(por las mañanas).

Templo La Preciosisima Sangre de Cristo


Localización
Se encuentra ubicado a 4 cuadras de la plaza central (Zócalo) de la ciudad de Oaxaca y una cuadra antes del templo y ex convento de Santo Domingo de Guzmán, sobre el Andador Turístico (Alcalá) esquina con Abasolo

Descripción
El lugar que hoy ocupa el templo fue utilizado como panteón principal de la ciudad, hasta mediados del siglo XVII. Por estos tiempos, el padre Lorenzo de Olivera dispuso del predio para la construcción del templo, el cual se consagró en el año de 1689. Inicialmente se destinó como ayuda de parroquia, y en 1893 el arzobispo Eulogio Gillow lo declaró parroquia.
La fachada principal del templo contempla una portada, en medio de todo el paramento que comprende las torres, con pequeños campanarios, y el imafronte decorado con roleos. La portada es un grupo de vanos y nichos, cuatro en total, en orden ascendente y de proporciones decrecientes; todos ellos enmarcados por pilastras lisas con capitel toscano y sencillos entablamentos.
El primer vano corresponde a la entrada principal, ostenta arco de medio punto y pilastras lisas. En el entablamento se aprecian símbolos que representan la Pasión de Cristo.

El siguiente vano corresponde a la ventana coral; tiene arco de medio punto y rejas de hierro. Arriba hay un nicho con la escultura del Arcángel Uriel, uno de los siete príncipes de la iglesia. Finaliza otro nicho que contiene una Cruz de Lorena, única entre los templos de la ciudad. La fachada lateral, del lado sur, tiene otra portada compuesta de dos cuerpos. El primero muestra el vano de acceso con arco de medio punto y jambas lisas. Arriba está un nicho con la imagen de San Lorenzo.
El interior es de una sola nave con bóveda de cañón corrido. En el presbiterio se encuentra la imagen de Cristo Crucificado, custodiado por ángeles y la Virgen Dolorosa al pie de la cruz. En los muros de la nave hay varias esculturas sobre ménsulas doradas, y dos cuadros que representan a la Virgen del Corazón de Jesús y a la de Guadalupe. En el bautisterio se encuentra un óleo antiguo que representa a la Santísima Trinidad; otro más en la sacristía alude al Triunfo de la Iglesia.
El atrio, en esquina, se integra al corredor turístico de la calle Macedonio Alcalá, muy próximo al templo de Santo Domingo.

Templo La Compañía de Jesus

Localización
Este templo está localizado a un costado de la Plaza Central (Zócalo) de la Ciudad de Oaxaca, en la esquina que forman las calles de Trujano y Flores Magón

DescripciónLos misioneros Jesuitas llegaron a México en 1572. Uno de sus principales objetivos era la enseñanza universitaria y humanística, hecho que los hizo adquirir, en poco tiempo, gran popularidad y prestigio. Así, sus adelantos, en materia educativa, motivaron que fueran invitados a fundar un colegio en la ciudad de Oaxaca. Tal petición fue aceptada y con el apoyo económico de Don Manuel Fiallo y del deán de la Catedral, Juan Luis Martínez, se iniciaron los trabajos del edificio, probablemente en 1576
En 1579 dio inicio la construcción del templo, al que los Jesuitas pusieron bajo la advocación de San Francisco Javier. Esta edificación fue muchas veces arruinada por los terremotos, principalmente por los de 1603, 1604 y 1607. Su restauración terminada en 1665 duró muy pocos años, pues, en 1711, un nuevo temblor echó abajo las bóvedas del templo junto con el colegio. En 1767 fue expulsada, de la Nueva España, la orden de los Jesuitas; el convento y templo fueron cedidos a una congregación de monjas Concepcionistas. Se realizaron diversas reparaciones, y el templo quedó bajo la advocación de la Inmaculada Concepción. A raíz del decreto de exclaustración, de 1867, el edificio estuvo abandonado por más de treinta años. En ese tiempo, el convento o colegio fue fraccionado y vendido a particulares, lo que ocasionó que, actualmente, la planta baja esté convertida en comercios, y la alta en bodegas. El 4 de mayo de 1933, el conjunto fue declarado monumento histórico.
La fachada principal del templo está orientada hacia el este. Destaca por la forma convexa y quebrada de la portada, a la que se suman las bases poligonales de las torres. La portada combina elementos clásicos y manieristas que evocan tardíamente el espíritu del plateresco. Consta de dos cuerpos, donde dos pares de columnas abalaustradas flanquean al vano de acceso y a un nicho que contiene la escultura de San Ignacio de Loyola, fundador de la orden Jesuita. En las entrecalles que forman las columnas también existen nichos vacíos coronados por medallones. En el segundo cuerpo se aprecian tres ventanas rectangulares. El remate es un frontón triangular.
El trazo interior del templo corresponde a la forma de una cruz latina; a esta planta se sumaron tres pequeñas capillas. La de la Virgen de Guadalupe, localizada en el lado sur de la nave; la del Señor del Rayo, en el lado norte, y la del Sagrado Corazón, dispuesta como una prolongación del transepto sur.
El crucero está cubierto con bóveda semiesférica sobre tambor circular. La nave, ábside y transeptos llevan bóveda vaída; el sotocoro de lunetos y el coro de cañón corrido.
El retablo principal es de madera y conserva parte de sus antiguas formas y dorados. Consta de un solo cuerpo y remate. En el nicho central, entre columnas estípites, aloja la imagen de la Inmaculada Concepción. A los lados se ubican sendas hornacinas con las figuras de San Joaquín y Santa Ana, padres de la virgen. En el remate está un nicho con la figura de San Ignacio de Loyola. Los demás retablos son más recientes; los de los nichos laterales son neogóticos, y el dedicado al Sagrado Corazón es neorrománico.
El antiguo ex convento o colegio estuvo organizado por cuatro patios rectangulares con corredores y arcadas apoyadas sobre columnas dóricas. Su imponente aspecto fortificado y de encierro dio origen al sobrenombre de "Casa Fuerte", como aún se le conoce. Al ser vendido a particulares, éstos abrieron, al exterior, una serie de vanos irregulares para dar alojo a diversas accesorias comerciales. A pesar de su relativo deterioro y modificaciones, el edificio conserva en general su unidad arquitectónica. Las fachadas exteriores han sido remozadas para conservarlas en aparente buen estado

La catedral de Oaxaca

Localización:
La catedral de Oaxaca se halla ubicada en el costado norte de la Plaza de la Constitución(zócalo) anexo a la Alameda de León, en el corazón del Centro Histórico de la capital del estado.
Antecedentes históricos y descripción
El antecedente principal de su construcción fue la creación en 1534 del obispado de Oaxaca con sede en la ciudad de Antequera.
El primer obispo, Juan López de Zárate, ocupó el templo de San Juan de Dios como catedral bajo la advocación de Santa Catarina a partir de 1535. En este mismo año, López de Zárate inició los preparativos para la construcción de la nueva catedral, misma que se basó en el diseño de tipo basilical usado en la ciudad de México y Puebla.
La catedral atravesó por varias etapas de construcción hasta alcanzar su forma actual. La primera obra inició en 1535 y concluyó en 1574. El diseño comprendía tres naves con muros y pilares de cantera cubiertas con techumbre de viguería y teja.
La portada era austera y el interior tenía altares y retablos.
Hacia 1667 la autoridad eclesiástica autorizó la construcción de las bóvedas de las naves, la sacristía y la sala capitular, que fueron concluidos en 1678.


En 1682 fueron trazadas las capillas laterales, concluyéndose su construcción en 1694. Un intenso temblor en 1714 causó serios daños, tanto en el interior como en la fachada, lo que obligó a cerrarla al culto. El 1724 decidieron la reconstrucción, otorgando el proyecto al arquitecto local Miguel de Sanabria el 17 de octubre de ese mismo año. El proyecto comprendió construir las bóvedas de la capilla del Sagrario y la capilla de Guadalupe. Las obras de reconstrucción fueron limitadas a la reapertura del culto en 1730, en vísperas de la navidad del mismo año.
La inauguración y dedicación a la Virgen de la Asunción de María fue hecha por el obispo Fray Francisco Santiago y Calderón el 21 de abril de 1733. Entre 1735 y 1736 se reconstruyeron los campanarios. El diseño de la portada fue aprobada el 21 de abril de 1741 y su construcción concluyó en 1752.
En 1890, ante la ausencia del obispo de Oaxaca Eulogio Gillow, el cabildo substituyó el remate por un campanario con reloj, mismo que fue retirado a principios de los años cuarenta del siglo pasado y reemplazado por el remate actual al tiempo que se reconstruían los campanarios.
En 1982 fue retirada la reja del patrio atrial quedando integrado a la Alameda de León y ampliado hacia el zócalo de la ciudad.
El hastial principal de la catedral está integrado por la portada y dos torres con campanario.
La portada es de estilo barroco del siglo XVII, comprende su composición tres cuerpos y cinco calles que, a través de cornisas y columnas corintias de fuste tritóstilo conforman una retícula de quince cuadrantes, donde se disponen vanos de acceso, nichos con esculturas y marcos acodados con excelentes relieves.
A la derecha por Santiago el mayor y San Juan Nepomuceno.

En el primer cuerpo están ubicados tres vanos de acceso profusamente decorados con relieves florales; a la izquierda del acceso central se encuentra la imagen de San Pedro y a la derecha San Pablo. En el segundo cuerpo, al centro, sobresale un relieve que representa la Asunción de María, flanqueado a la izquierda por San José y San Pedro de Arbués.
En la calle central del tercer cuerpo, aparece otro marco de igual calidad; representa la adoración del Santísimo; está flanqueado por San Marcial, patrón de Oaxaca, y el arcángel San Miguel(a la izquierda), y por San Jerónimo y San Gabriel Arcángel(a la derecha).
El remate es un frontón curvo, con la representación del Espíritu Santo.
Las portadas laterales, norte y sur, son también de estilo barroco. Ambas son semejantes en su composición; comprenden tres cuerpos definidos por columnas jónicas y corintias, cuyos fustes tritóstilos se decoran con entrelazos florales, rombos y estrías.
El vano de acceso, con arco de medio punto y pilastras estriadas, ocupa el primer cuerpo. En el segundo hay un nicho con escultura y en el tercero una ventana octagonal. La portada norte tiene la imagen de Moisés y la sur la imagen de Santa Rosa de Lima.

El interior del templo se organiza a partir de una planta basilical de tres naves y capillas laterales; además contiene las capillas del Sagrario y la de la Virgen de Guadalupe; también la sacristía y sala capitular entre otros anexos.
Destacan como peculiaridades la ubicación de la cúpula -de planta octagonal-, las bóvedas vaídas de la nave central; así también la bóveda de medio cañón de las naves laterales o procesionales. Además, es interesante la comunicación entre el coro y el presbiterio, la posición y el espesor de los pilares -de muros y contrafuertes- cercano a los dos metros de grosor.

En el aspecto artístico se distingue el cancel de madera tallada con grabados en vidrio y el altar del perdón ubicados en la entrada principal. Llama la atención el coro con su sillería, barandales y órganos de tubos así como el altar mayor en el presbiterio con el ciprés y la escultura de la Virgen de la Asunción.
También existe una importante colección de pinturas que se han incorporado al tesoro de la Catedral desde principios del siglo XVIII. Destaca el Lienzo que representa a San Cristóbal, fechado por un autor anónimo en 1720, y los cuadros al óleo de la sacristía, especialmente El Triunfo de la Iglesia.
El mayor número de piezas de arte, en especial de las capillas, proceden del siglo XIX. En las capillas laterales y en otras zonas del interior hay imágenes y reliquias, entre éstas, los restos de la Cruz de Huatulco.

Santo Domingo de Guzman

Localización:
El templo de Santo Domingo de Guzmán se encuentra a 6 cuadras al norte de la Plaza Central(zócalo) de la ciudad de Oaxaca. Está delimitada por las calles Macedonio Alcalá, Berriozabal, Gurrión y Reforma

Antecedentes Históricos y descripción:
1570 fue el año en que la construcción del conjunto comenzó en un espacio que comprendía 24 solares, 20 de los mismos donados a los dominicos por el ayuntamiento en 1550.
Fue inaugurado en 1608 aún sin terminar ante la imperiosa necesidad por ocuparlo de los dominicos, afectados por los sismos consecutivos los años de 1603, 1604 y 1608 que arruinaron su primera casa.
El retablo mayor fue colocado en 1612.
El convento, y la huerta, se terminaron en 1619
 
La huerta llegó a ser un magnífico jardín botánico, asombro de propios y extraños, que actualmente se intenta restaurar y emular como una valiosísima aportación de sus moradores.
Las obras de yesería, el dorado de las bóvedas interiores así como el dorado de la cubierta en la escalera del convento, se iniciaron en 1659.
Las torres quedaron concluidas en 1660 y en 1666 dieron por terminadas las obras mayores.
La capilla del Rosario se construyó entre 1724 y 1731.

Con la expedición de las leyes de Reforma en 1859, el convento se convirtió en cuartel de 1862 hasta fines de ese siglo.
En este periodo, sus ocupantes produjeron daños a los retablos, sillerías y estructuras.
El templo permaneció clausurado de 1860 a 1901 y sólo la capilla del Rosario fue abierta nuevamente al culto en 1898.

Después de 1901 se reiniciaron trabajos de restauración que comprendieron, entre otras cosas, la erección de nuevos altares(el estilo morisco) y la conclusión del árbol genealógico de la familia Guzmán.

El inmueble fue declarado monumento histórico el 30 de marzo de 1933.
Los retablos principales del templo y de la capilla del Rosario se restauraron entre los años 1956 a 1959.
Gran parte de la estructura se restauro en 1972, remodelándose el atrio.
Conveniente es destacar que ese mismo año fue asiento del Museo Regional de Antropología e Historia de Oaxaca.
El componente más notable del hastial es la portada del templo de tres cuerpos y remate en la que emergen Santo Domingo y San Hipólito sosteniendo un templo sobre el que desciende el Espíritu Santo.

La decoración del templo, uno de los ejemplos más sobresalientes del barroco mexicano, incluye el excepcional árbol genealógico de Santo Domingo de Guzmán y 36 pinturas que se localizan en el arranque ilustrando pasajes del antiguo testamento. Las superiores reproducen escenas de la vida de Cristo y de la Virgen María.
La cubierta del crucero es de bóveda vaída y está decorada con relieves de santos de la orden de predicadores, entre ellos cuatro pontífices que se hallan en las pechinas. Todo el espacio está cubierto por una verdadera e intrincada red de entrelazos por donde asoman santos, ángeles, querubines y patriarcas.

La bóveda vaída -cuya belleza resalta- se eleva sobre el cañón corrido de la nave, donde se observan 104 medallones de mártires dominicos que de abajo hacia arriba y de mayor a menor forman gajos en la bóveda peraltada hasta llegar a la representación de la Paloma del Espíritu Santo.

En este conjunto destaca la hermosísima capilla del Rosario, de cúpula gallonada que descansa sobre tambor octagonal. La pequeña imagen de la virgen viste de blanco, combinando con el dorado que resplandece en todo su derredor; flanquean su nicho cuatro columnas salomónicas bellamente decoradas con imitación hojarasca dorada.
El hastial principal del templo está orientado al poniente, elaborado por completo en cantera de la región. Su severidad contrasta con el barroco exuberante de los interiores y la integran: la portada, con altura de 26 metros, y las dos torres que se elevan 35 metros a partir del piso. Los dos campanarios poseen vanos arcados y cuatro columnas adosadas en cada cara, de fuste estriado y rematadas en pináculo. Sus cúpulas están recubiertas de azulejos y ostentan copitas con linternilla.

El interior está longitudinalmente compuesto por el coro y sotocoro, nave, crucero y ábside. A lo largo de la nave se observan finos trabajos de carpintería y herrería, así como también esculturas, pinturas y relieves.

El templo tiene planta de cruz latina y en su interior se construyeron diez capillas.
La cubierta de la nave es de bóveda de cañón con arcos y en todo lo largo se observan círculos, óvalos y medallones con personajes bíblicos, herrería, cuadros, yesería policromada, relieves chapeados de oro y otras decoraciones apenas perceptibles.
Existen en esta capilla 24 pinturas de santos y santas de diferentes tamaños y en el cuarto superior observamos un óleo de la Virgen entregando un rosario a Santo Domingo. A su lado se aprecian imágenes de San Joaquín y Santa Ana, padres de la virgen.
En las pechinas de la cúpula hay cuatro bustos de los evangelistas que arrullan con sus parábolas el descanso de las cenizas del periodista insurgente Calos María de Bustamante.
En el ex convento, el primer patio o claustro de procesiones -delimitado por pasillos perimetrales cubiertos por bóvedas con nervaduras góticas primitivas- en los muros hay restos de pinturas al fresco, pinturas de santos y santas del siglo XVII.
En la planta alta, los pasillos están cubiertos con bóvedas con arcos fajones de medio punto sobre impostas y capiteles de columnas adosadas.
En el segundo patio llamado el patio de los limoneros no tiene pasillos cubiertos; en el ala norte está la antigua cocina y al oriente un auditorio ex profeso para reuniones y conferencias.
Destaca en éste pórtico un escudo dominico sobre la puerta de acceso.
Actualmente el ex convento aloja las instalaciones del Museo Regional de Oaxaca.